domingo, 29 de septiembre de 2013

Ángel Rojas, por fin, en Sevilla

La trayectoria de Ángel Rojas (Madrid, 1974) por estas latitudes es bastante insólita: un asiduo en el Festival de Jerez con el Nuevo Ballet Español y casi un desconocido en Sevilla. Un desequilibrio que el madrileño ha querido romper aprovechando esta Muestra para estrenar aquí su cuarto trabajo en solitario, "Camino".


Para esta nueva aventura, Rojas ha despojado su baile de todo elemento superfluo y ha echado a andar con la esencia del flamenco: compás, cante y toque. Un camino desde las raíces para el que se ha buscado como compañera a una bailaora rancia, clásica, Carmen Cortés. Les acompañan Rocío Bazán al cante, Paco Cruz al toque y la percusión de Karo Sampela.

El concierto va cobrando firmeza y prestancia a medida que pasan los minutos. Comienza titubeante con una mariana bastante descompasada en la voz de Rocío Bazán y en la guitarra de Paco Cruz. Sigue con unos jaleos en los pies de Rojas. Rocío se va entonando por levante (murciana, levantica y taranto de Fosforito) y Carmen y Rojas alcanzan la plenitud dando todo un recital de palilllos por fandangos. Luego, Rojas hace una muy personal farruca ―tal vez de excesiva duración― y Carmen le hace un monumento sublime a la soleá. Hace gala de todo tipo de recursos expresivos: belleza escultural en las figuras, exquisitez en las escobillas, dominio de los dos pies, profundidad en el gesto, sobriedad en los movimientos. Una joya. Para rematar los dos hacen unos airosos tangos.

Bienvenido a Sevilla.

José Luis Navarro