Llegó el fresquito y volvimos a Sevilla. Lo hicimos para
asistir a la Gala de los Premios Giraldillo de la Bienal 2012. Fue una gala realmente entretenida. Por primera vez se
intercalaba la entrega de las estatuillas con breves actuaciones de algunos de
los premiados. Era algo tan sencillo que, a lo peor por eso mismo nunca se
había puesto en práctica. ¡Enhorabuena a quien se le ocurriese tan obvia idea!
Transcurrido un año de las actuaciones premiadas y no
premiadas, se ve todo con cierta distancia y quizás una objetividad
desapasionada. Es bien sabido que nunca se puede premiar a gusto de todos. Aún
más. Es muy raro que todos los miembros de un jurado estén de acuerdo con todos
los premios que se conceden. Lo sabemos por experiencia. A mí mismo, en esta
ocasión, me parecieron muy acertados algunos, moderadamente acertados otros y
francamente descabellados otros.
Pero por aquello de no herir susceptibilidades, me limitaré a
citar solo a los primeros. Creo que fue todo un acierto destacar a Patricia
Guerrero con el Giraldillo al Artista Revelación. Anoche la volví a ver luciendo unos pies espléndidos y una
elegancia de movimientos digna de una consumada bailaora. No me gustó, sin
embargo, la forma de rematar la faena. Me recordó esa absurda moda de los
cantaores de levantarse y quitarse de en medio antes de terminar un cante.
El otro Giraldillo que me pareció más que merecido fue el
que se le otorgó a Javier Latorre. Creí que nunca le volvería a ver bailar como
lo hizo en esa Bienal. Afortunadamente, me equivoqué. Anoche volvió a estar en
maestro. Bailó con elegancia, con
fuerza, con arte. Demostró que un maestro
de la danza lo mismo puede bailar a Mozart que un martinete y hacer las dos
cosas con jondura. ¡Ole, maestro!
Finalmente, he de confesar que con El Pele a mí también me
recorrió un escalofrío mágico por el espinazo.
El resto de las estatuillas fueron para Juan Requena (toque
de acompañamiento), José Ángel Carmona (cante de acompañamiento), Rafael
Estévez y Valeriano Paños (mejor coreografía), Juan Kruz (mejor dirección
escénica), Arcángel y Fahmi Alqhai (mejor música), "La punta y la
raiz" (premio especial del jurado), "Aleluya erótica" (mejor
espectáculo), Antonio Rey y Dani de Morón (mejor toque), José Valencia (mejor
cante) y María Pagés (mejor baile).
José Luis Navarro