Malena Alba ya está
otra vez aquí, de vuelta de Oriente, en su Triana. Vuelve como se
fue: derrochando arte. Hizo su guajira y volvió a embrujarnos.
Dulzura, coquetería, imaginación, simpatía, inspiración y
belleza. Una sucesión ininterrumpida de imágenes a cual más
bonita. Así debe ser
el baile de mujer y así lo borda ella. Malena tiene hechuras de bailaora de postín. Mírenla:
Con ella compartió
tablas Ángel Fariña. Bailó una soleá por bulerías como él sabe
hacerlo. Luciendo pies y figura. Con conocimiento y con garra.
Y los dos cerraron con
unas sevillanas y salieron del escenario por bulerías.
Atrás estuvieron
Laura Castro al cante y Gori Mazo a la guitarra. Abrieron los
caminos musicales por los que se movieron Malena y Ángel. Laura se
lució además por alegrías y Gori hizo una filigrana de granaína.
Otra noche memorable en Orillas de Triana.
José Luis Navarro