Posiblemente, a la hora de crear un espectáculo, lo más
difícil para un bailaor sea urdir una trama y ponerle título. Con Nómada Manuel
Liñán ha echado mano de un recurso sencillo y eficaz: un viaje por las comarcas
flamencas. Luego, le ha añadido unas gotas de filosofía, absolutamente
prescindibles: "La vida es un momento, un momento que me da. Por eso, vivo
la vida, disfrutando los momentos, los momentos que me da". Con ellas
levanta el telón. Después, baile y más baile. Muy buen baile. Seis bailaores,
cinco músicos y once sillas evolucionando sobre el escenario, dibujando
geometrías que reproducen celosías granadinas y Liñán luciéndose en sus solos.
Un viaje que arranca con una caña de grupo. Pasa por Triana
con soleares. En Jerez se rebusca por seguiriya. De las bodegas a la alegría de
Cádiz por tanguillos. Llegando a Málaga,
Liñán se acuerda de don Ramón Montoya y le baila su Rondeña. Dos exquisiteces:
la partitura del guitarrista madrileño y el baile del granadino. Unos fandangos
para recordar a Huelva y enseguida a Córdoba a bailar sus alegrías. De la
ciudad califal a las comarcas mineras del sureste andaluz por tarantos
rematados por tangos de Granada. Y fin de trayecto en Madrid, con mantón y bata
de cola por caracoles. Yo tengo la vieja opinión de que eso son complementos
propios del baile de mujer, pero tengo que reconocer que un bailaor, si le
apetece y quiere, también tiene el derecho de lucirlos. Y a fé que Liñán los
lució con maestría, muy especialmente el mantón con el que hizo auténticas
diabluras.
Nómada, estrenada en el pasado Festival de Jerez,
es una obra acabada que nada descuida (sonido, luces), con Manuel Liñán en maestro y un magnífico cuerpo
de baile formado por Anabel Moreno, Águeda Saavedra, Inmaculada Aranda,
Adrián Santana y Jonatan Miró, en el que se integra Liñán como uno más, y la
música de Miguel Ortega, Miguel Lavi, David Carpio (cantaores) y Víctor Márquez
'El Tomate' y Fran Vinuesa (guitarras).
El público la despidió con todos los honores, obligándoles a
darse una pataíta antes de que se bajase por segunda vez el telón.
José Luis Navarro