Léa Linares y Mathilde Antón cerraron con brillantez el I
Festival Flamenco Alternativo que, coincidiendo con la XVIII Bienal, se ha
venido celebrando en la Sala Cero. Por él han pasado nombres consagrados (Ana
Moya), realidades del baile de hoy (Luisa Palicio) y promesas del baile de
mañana. En las tablas de la Cero han hecho todas realidad una parte de sus
sueños. Esperemos que vuelva a repetirse.
Anoche Lea y Mathilde estrenaron Báilame, una versión
actualizada con nuevos bailes de su Senderos. Son dos francesas que llevan
Andalucía en el corazón. Leo y Mathilde. Una misma ilusión. Mathilde y Leo. Una
misma pasión. Un mismo sentir. Dos hechuras. Dos formas de expresarlo. Dos maneras
de bailarlo. En Báilame, bailaron y se bailaron. Hubo complicidad y armonía.
Juntas presentaron un espectáculo bien concebido. Cuidaron con mimo las formas.
Pusieron conocimiento e imaginación.
Las dos, espalda con espalda, lo abrieron juntas. Luego, Léa
se metió en los territorios de la soleá y Mathilde se lució por fandangos
abandolaos.
Léa movió con maestría bata de cola y mantón por alegrías. Mathilde
derrochó finura, elegancia y mucho arte por martinete-seguiriya.
Y el broche lo
pusieron otra vez juntas, jubilosas y chispeantes, por tangos.
Completaron el concierto Cristina Tovar y Rosi la Divi por
cartageneras y soleá y Liam Howarth con unos fandangos propios.
José Luis
Navarro
Fotos:
Guillermo García