Ana Pozo baila distinto. Monta con mimo sus bailes. Se exige
a sí misma. Busca la novedad en sus actitudes. No abusa de los pies. Subraya
con las manos y con el cuerpo cada matiz de las letras que inspiran su baile. Y
todo esto, que debería parecer y ser lo normal en una bailaora,
desgraciadamente, no suele darse muy a menudo. Hoy lo que abunda son
repetidoras de los mismos esquemas coreográficos. Y pies, pies y pies, muchos
pies.
Por eso, nos gustó Ana Pozo. Abrió con unos fandangos de Yerbabuena, siguió por granaína y remató de nuevo por fandangos de Lucena y, en la segunda parte, hizo tientos-tangos
Atrás estuvo muy bien acompañada por Bernardo Miranda al
cante, Juan José Amador Santiago a la guitarra y Lidia Valle a las palmas.
José Luis Navarro
Lugar: La
Caja Negra (Sevilla)
Fecha: 12 de
mayo de 2014.