Hoy en día muchas jóvenes bailaoras parece que se olvidan de que son mujeres. Todo su empeño es meter redobles y más redobles, olvidándose
de que también tienen brazos y manos. Y cuerpo. Guadalupe Torres no. Anoche, en
el ciclo "Citas con las músicas" de la Fundación Cajasol, bailó en
mujer. Y qué bien bailó. Femenina. Elegante. Imaginativa. Todo el cuerpo al
servicio del baile. Demostró que, por supuesto, también tiene pies y sabe
usarlos cuando corresponde. Unos pies bonitos, precisos, limpios.
Presentó un concierto titulado "Acuérdate cuando
entonces..." Un homenaje al ayer desde el hoy. Oímos voces y cantes de
ayer (Manuel Torres, Antonio Mairena, Piriñaca, Pastora Pavón, Pepe Pinto, La
Paquera, Caracol...) y vimos un baile de hoy.
Guadalupe, una madrileña formada en el Conservatorio de
Danza de Madrid, en la Compañía Andaluza de Danza y en todos los tablaos
habidos y por haber*, le dio su sitio al cante y a la guitarra, lució bata de
cola y mantón, hizo un extenso recorrido por los principales palos de la baraja
flamenca (bulería por soleá, seguiriya, cantiñas, tangos, tonás y romance) y se
inventó un fandango por soleá.
Fue, como ella ha dicho, "un
espectáculo sin argumento, con mucho baile, mucha guitarra y mucho cante...".
Un concierto de pequeño formato con una puesta en escena sencilla: unas
proyecciones al fondo, una mesa para hacer compás con los nudillos, dos sillas,
percusión y guitarra y espacio para bailar. Un espacio que ella llenó creando
belleza con todo su cuerpo. Todo un goce para la vista y el oído.
José Luis
Navarro
Fotos:
Remedios Málvarez
Cortesía de
Cajasol
Fecha: 24 de abril de 2014.
* Entre sus
maestros es imprescindible citar a José Antonio, Eva Yerbabuena, María Pagés,
Rubén Olmo y El Güito.