Antonio Reyes es una voz joven. Una voz con muchos ecos,
entre los que predomina uno: el aroma marinero de su Chiclana. Canta poco en
Sevilla y quizás por eso anoche en la Sala Turina quiso agradar a este público
y tiró la casa por la ventana. Vino acompañado de dos guitarras solventes, las
de Antonio Higuero y Manuel Jero, un piano reputado, el de Sergio Monroig, un
violín cargado de imaginación, el de Sophia Cuarengui, tres eficaces palmeros,
Diego Montoya, Tate Núñez y Carlos Grilo, y dos artistas invitadas, una
cantaora, Remedios Reyes, y una bailaora, Patricia Valdés. Casi no dejaban
medio metro cuadrado de escenario sin llenar.
Reyes ofreció un concierto largo, tal vez excesivamente
largo, pero variado y rico en matices. Un concierto sin filosofías. Un
concierto sin más pretensiones que hacer un recorrido por el cante flamenco.
Comenzó acordándose de Camarón con esa "Nana del caballo grande" que
el de San Fernando hizo famosa en La
leyenda del tiempo (1979). Con el piano de Monroig y el violín de
Cuarengui, demostró conocimiento, sutileza y buen gusto. Miró después a Antonio
Mairena y rememoró con el ritmo justo y preciso aquel "Romance del Conde
Sol" que hacía el mairenero. Después llegó él, con su propio estilo, con
sus propias maneras cantaoras, y se lució por tangos, soleá y alegrías. Tres
cantes que rebosaban flamencura y delicadeza musical. Con ellos cautivó y arrancó
los primeros oles del respetable. Luego hizo una incursión en la creación
musical y, con la guitarra de Higuero y el inspirado violín de Sophia, saboreó
con esmero la farruca.
Volvieron todos a escena para acordarse de Caracol y sus
zambras, esta vez con la presencia de Patricia Valdés, una bailaora primitiva que
abusó de continuos desplantes al golpe. Salió después Remedios Reyes a hacerse
unos cantecitos. Una presencia totalmente innecesaria ―llevábamos más de una
hora de concierto―. Antonio Reyes cerró el concierto con unas seguiriyas
rematadas con martinetes y con el baile de Patricia. Con ellas el chiclanero
puso el desgarro y completó su recorrido por la jondura del cante. Y para
terminar el imprescindible fin de fiesta.
José Luis
Navarro
Fotos:
Remedios Malvárez
Cortesía de
Cajasol
Lugar: Sala
Turina
Fecha: 27 de
marzo de 2014.