Aleluya erótica se
estrenó en la pasada Bienal de Sevilla. Después, ha pasado por el Teatro Falla
de Cádiz, el Teatro Cánovas de Málaga, el Festival de Jerez, la Feria del
Teatro del Sur de Palma del Río y la XXIV Giraldilla Flamenca de Lebrija y en
noviembre subirá a las tablas del Gran Teatro de Córdoba. Una primera andadura
en la que además ha conseguido el Giraldillo de la Bienal al mejor espectáculo,
el del mejor cante para su protagonista masculino, José Valencia, y el del
toque para el compositor de su música, Dani de Morón, el Premio Escenario de
Sevilla al mejor espectáculo teatral y a su directora, Juana Casado, por la
mejor dirección, y la nominación al I Premio de Teatro Andaluz. Eso y las mejores
críticas de la prensa. Toda una proeza para como están las cosas en el mundo del flamenco.
Anoche volvió a brillar la espléndida voz de un inexpresivo José
Valencia. Rosario Toledo se desmelenó en una espectacular actuación dramática.
Dani de Morón interpretó la magnífica partitura que compuso para esta obra. Y los
tres contaron la historia de los amores de un viejo y una jovencita. Una
historia grotesca con un final trágico.
En el baile Rosario Toledo alcanzó momentos memorables,
especialmente, cuando se ponía juguetona o voluptuosa. Esos momentos en los que
su viejo enamorado estaba de espaldas o sentado y mirando al suelo.
José Valencia cantó algunos versos del poeta granadino llenos de
matices musicales. Nos pareció soberbia su interpretación de "Amor, amor,
que estoy herido", pero seguimos pensando que fue un auténtico atropello
sustituir los versos que completaban ese poema por un cómodo e infantil
"la, la, la, lá". Y es que despojar o sustituir las palabras de un
poeta por coplas flamencas ―"Tú la joya y yo el joyero", "Grandes
tormentos", "Por un suspiro le pago", "Tus cabellos y los
míos se han enredao"...―, por muy apropiadas que resulten a la trama
argumental de una obra, nos parece un abuso injustificable. Máxime cuando, como en este caso, se utiliza
el nombre de Federico García Lorca, algunos textos aislados y parte del título de Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín para anunciar un espectáculo. Estas cosas no deberían ser.
José Luis Navarro