Tras
sus éxitos anteriores, la sala Garufa volvió a acoger anoche a Marta Balparda.
En esta ocasión, vino acompañada por Rocío López y Jonathan Reyes al cante y
Gori Mazo a la guitarra.
Su
seguiriya tuvo sabor a despedida, al menos esa fue la sensación que nos
transmitió. Quizá porque ya sabíamos que se marcha a Japón para varios meses. No
deja de ser una ironía que haya cantidad de jóvenes de otros países, japoneses
incluidos, que vienen a aprender flamenco para llevárselo después a sus
respectivos países, con la esperanza de encontrar en él su profesión de futuro.
Algunos de los nuestros también tienen que emigrar. Marta, por ejemplo, en su
tenaz lucha por abrirse camino, se va al Japón, porque allí se le da trabajo,
se le paga mucho mejor que aquí y se puede traer además de nuevos bailes
montados, unos ahorrillos que empleará en seguir formándose.
Como
ya viene siendo habitual, en sus bailes había cosas nuevas. La seguiriya,
además de destilar sentimiento y angustia, estaba plagada de pasos procedentes
del rico legado artístico del flamenco, que ella ha incorporado a su
coreografía, imprimiéndoles su propio toque personal: bordoneos, ronds de
jambe, latiguillos, chaflanes.
La soleá por bulería fue viva, vibrante, altanera, con miles de remates y pellizcos pícaros y desafiantes al igual que en su generoso remate por bulería. Un baile para disfrutar.
Nos sorprendió agradablemente la guitarra de Gori Mazo, al que no conocíamos, por su limpieza y brillantez.
Eulalia Pablo
Lugar: Sala Garufa (Sevilla)
Fecha: 8 de marzo de 2013.