No se pueden ustedes
hacer una idea de lo esclarecedor que puede ser una rueda de prensa. Manuela
Carrasco es una bailaora. Una gran bailaora. De eso no teníamos ninguna duda.
Pero, desde luego, yo no conocía sus dotes de actriz. Por eso, cuando leí, a
propósito de Raíces de ébano, “Cuatro heroínas en la piel
de una artista. Cuatro mujeres en una. Antígona, Ariadna, Helena y Medea
encarnadas por Manuela Carrasco. La bailaora sevillana se meterá en la piel de
estos cuatro personajes para abrir la XVII Bienal de Flamenco de Sevilla” quedé
sorprendido. Luego resultó que no. Que ella no va a encarnar ni a interpretar a
nadie. Que lo que va a hacer es bailar, que es lo suyo. Bailará seguiriya,
taranto, alegrías y soleá. Lo hará con la música de Joaquín Amador y con las
voces de Juanito Villar, El Extremeño, El Pele y Pansequito. Todo lo demás
parece que no son más que ocurrencias de Pepa Gamboa. Mientras no veamos el
espectáculo, no podemos decir en qué medida enriquecen, perjudican o
contribuyen a vender mejor el baile de Manuela. Ya os lo contaremos.
Lo que sí nos resultó una novedad fue saber que en la
soleá lucirá una bata de cola de 2 metros y medio de largo por 2 metros de
ancho. Estamos deseando ver cómo la mueve. Será el próximo lunes, a las 10 de
la noche, en el Patio de la Montería del Alcázar.