“Quejío” de
Salvador Távora
¿A quién le sorprendería que en un Festival de Danza se
repusiese “La consagración de la primavera” de Maurice Béjart? Una obra que
forma parte del repertorio histórico de la danza universal. Pues, exactamente
lo mismo pienso con respecto a la reposición en la Bienal de Flamenco de “Quejío”
de Salvador Távora. Una obra magistral que da nacimiento al Teatro Flamenco.
Es probable que su inclusión tenga algo que ver con la frustrada
fiesta en el río que imaginó José Luis Ortiz Nuevo. Pero sea cual sea el motivo de su presencia en
la muestra sevillana, bendita sea.
Es más, creo que cada Bienal debería dedicar una de sus
noches a revivir al menos una de las obras que constituyen verdaderos hitos en
la historia del Arte Jondo. Ahí van algunas sugerencias: "Camelamos naquerar”
de Mario Maya, “Medea” de José Granero, “Fuenteovejuna” de Antonio Gades, “La
Tirana” de María Pagés…
Pero, claro, ¿a quién le importa la historia de lo nuestro?
José Luis Navarro