jueves, 1 de junio de 2017

"Sinergia", un recital excepcional


Manuel Liñán (Granada, 1980) ofreció en Cajasol un recital de baile verdaderamente excepcional. Presentó una obra de repertorio, Sinergia, hecha a la medida del escenario de la Sala Chicarreros. Un espectáculo estrenado el 15 de diciembre de 2012 en el Centro Cultural Paco Rabal de Madrid con un título algo misterioso para el poco avezado en los secretos del diccionario de la Real Academia de la Lengua —Argentina también lo ha utilizado en un disco reciente (2014)—. En realidad, es un término que mucho dice y muy poco explica de qué va el concierto. Una palabra que se puede definir como la acción conjunta de varios elementos que, al actuar juntos, logran una cotas de efectividad mucho mayores que la suma de todos ellos por separado. Algo que, sin mencionarlo, está en la esencia de todo buen espectáculo. Liñán, que lo expresa diciendo “Reflexión, meditación, y regresión, son los tres pilares que me han inspirado para la creación de este espectáculo”, tampoco nos aclara mucho las cosas.

Fotografía: Mercedes Malvárez. Cajasol
 
De hecho, “Sinergia”, si obviamos el ir y venir de sillas que nada aportan al concierto y que, desde luego, no hacen que cantaores y guitarristas se impliquen más en el espectáculo, es un recital minimalista en el que el bailaor granadino interpreta estilos clásicos y estilos que pocos o ninguno baila. Entre los primeros, Liñán hizo una soleá antológica, unas cantiñas con toda la gracia y el pellizco de la tacita gaditana, unas tonás esenciales y terminó desmelenándose por tangos.

Fotografía: Jaime Martínez. Cajasol
 
 No contento con esta lección del mejor baile, para abrir boca se aventuró con un romance de Alonso el del Cepillo y después con la rondeña de Ramón Montoya.
 
Fotografía: Jaime Martínez. Cajasol

 Tuvo asimismo algunos detalles de singular originalidad, como cuando Carpio le marca el compás en la suela de su zapato.
 
Fotografía: Jaime Martínez. Cajasol
 
 Liñán con un baile fundamentado en el dominio técnico, la vitalidad expresiva y una creatividad desbordante demostró sus muy apreciables dotes no solo de bailaor imaginativo, sino de coreógrafo puntero. No en vano figuran en su palmarés el Primer Premio de Coreografía y Premio al Bailarín Sobresaliente del Certamen Internacional de Danza Española y Flamenco de Madrid (2004), el Premio Max a la Mejor Coreografía por De cabeza (2009), el Premio Revelación del XVI Festival de Jerez (2012) por Tauro, el Premio Max 2013 al Mejor Intérprete Masculino de Danza por Tacita a tacita y el Premio de la Crítica en el XX Festival de Jerez (2016) por Reversible.

Fotografía: Jaime Martínez. Cajasol
 
Vino además muy bien arropado con dos magníficas voces, David Carpio y Miguel Ortega, y una buena guitarra, Víctor Márquez “Tomate”, y nos regaló uno de esos espectáculos que crean verdadera afición.

 

                                                                                                                    José Luis Navarro