Era la presentación en Sevilla de su primer disco, “Un sueño
de locura”, y David Carmona (Granada, 1985) venía muy bien arropado: Fuensanta
la Moneta (baile), Carmen Molina (cante), Agustín Diaserra (percusión), Óscar
Zoilo (segunda guitarra), José Cortés (coros y palmas) y Los Melli (palmas).
Pero en el ensayo previo Fuensanta sufrió un mareo y tuvo que ser llevada a urgencias —confiamos
que todo se haya resuelto y ella esté completamente recuperada— y se trastocaron
los planes del guitarrista granadino. No era la ausencia de una compañera clave
en el escenario, era la preocupación por su salud lo que claramente le
afectaba.
Fotografía: Jaime Martínez. Cajasol |
David Carmona es un músico serio, honesto, respetuoso y
agradecido con sus maestros. Algo que, por desgracia, no se ve todos los días. Es
desde los 13 años discípulo de Manolo Sanlúcar y desde 2006 su segunda
guitarra. De hecho, él ha coproducido el disco.
Fotografía: Jaime Martínez. Cajasol |
David explicó su concepto de la composición musical. “No se
trata”, dijo, “de poner una falseta y después otra falseta”. Él busca “el aire,
el perfume, el espíritu de cada palo” y construye mediante el “desarrollo de
células rítmicas”. Se mueve además, sin duda por influencia de su maestro, dentro
de la escala mixolidia. Un modo que además facilita la improvisación.
Fotografía: Remedios Malvárez. Cajasol |
A lo largo del concierto (bulerías, taranta, soleá, alegrías,
fandangos de Huelva, soleá, aires de Levante, bulerías y tangos) demostró una
madurez poco corriente para sus pocos años, que le sitúa como heredero musical
de Sanlúcar y presagia un futuro espléndido en el mundo de la guitarra
flamenca.
José Luis Navarro