Baile de
palabra es una historia de sentires contada en flamenco. Tañe y
rasguea la guitarra Santiago Lara —espléndido toda la noche—, suena la voz enduendada
de David Lagos y aparece el baile magistral en la figura de Mercedes Ruiz. Esa
es la esencia del espectáculo. Y esa es la esencia del flamenco. No hace falta
más. Se pueden contar otras historias, se puede filosofar sobre la vida y la
muerte, se puede adornar con otros instrumentos, pero en esos tres pilares se
fundamenta lo jondo.
Se reparten el protagonismo por igual tres artistas jerezanos.
Lo recalcan al final con tres instantáneas en los que aparece uno sentado y los
otros dos de pie flanqueándolo. Primero Mercedes, después David y por último
Santiago. Tres fotografías sobre fondo negro. Tres firmas de autor. Faltó en
esta cita gráfica Paco López, el autor del guión y de la puesta en escena, pero
ya se sabe que siempre saludan los que dan la cara ante el público.
Baile de
palabra es un ejercicio de austeridad franciscana. Una obra con cinco
actos centrados cada uno en un estilo. En el primero una canción por bulerías “Procuro
olvidarte” que Mercedes baila con elegancia a base de pitos, figuras y unos pies
precisos para rematar el número.
Foto: Jaime Martínez |
El segundo es una petenera en la que la jerezana, vestida de
blanco, luce bata de cola y mantón.
Fotos: Jaime Martínez |
Del blanco al negro para el tercero: una soberbia seguiriya
interpretada con el repiqueteo de los palillos.
Foto: Jaime Martínez |
Para el cuarto acto, unos caracoles con un prólogo de pregones,
Mercedes se acuerda de Carmen Amaya, se enfunda pantalones y da una lección de
pies.
Foto: Remedios Malvárez |
El punto final lo protagoniza la guitarra de Santiago por
granaína con la respuesta que le da Mercedes.
Baile de
palabra se estrenó en 2012 en el XVI Festival de Jerez.
José Luis Navarro