martes, 17 de mayo de 2016

Desde Toledo, con amor



Indiscutiblemente María Toledo tiene su público. Anoche abarrotó el Teatro Central. Sus fans llegaron en tropel y se lo pasaron en grande, porque María sabe lo que les gusta y se lo dio sin regatearles nada: ojana, canciones de las suyas y simpatía. El problema fue más bien mío. Yo hacía tiempo que no me aburría tanto. Lo pasé muy mal, porque, además, tuve que hacer esfuerzos para no quedarme dormido. 

 
Imágenes de Archivo
Y  es que lo que hace esta toledana tiene muy poco que ver con lo que yo entiendo por flamenco. Como canción aflamencada a lo mejor podría pasar, pero como flamenco todo lo más que se puede decir es que anoche chilló por alegrías, chilló por soleá y chilló cada vez que intentó interpretar un palo flamenco. Eso sí, María tiene muy buena voz. Por lo demás, tampoco se puede decir que sea una buena pianista, pero si hay quienes se entusiasman con ella, benditos sean. Lo que no parece tener mucho sentido es que este espectáculo se incluya en un ciclo de Flamenco.

                                                                                                                          José Luis Navarro