martes, 26 de abril de 2016

Soníos grises en el Central



Soníos Negros, representado anoche en el Teatro Central dentro del ciclo "Flamenco viene del sur", es el homenaje que unos jerezanos le rinden a Manuel Torre, una figura mítica del cante de la ciudad de las bodegas —“una aproximación flamenco-dramática a la vida y obra del inmortal cantaor Manuel Torre” lo definen—. Es pues teatro y flamenco. Una asignatura que pocos flamencos aprueban. Ellos ponen su arte, pero desconocen las normas que rigen el hecho teatral. Las transiciones son lentas. Al espectáculo le falta agilidad y ritmo escénico y le sobran minutos. Da la impresión de que no saben cómo rematar la faena —¡Con lo bien que habrían cerrado con una estremecedora seguiriya torrera!—.

La obra se estructura sobre un guión basado en Paisaje andaluz con figuras de Antonio Gala. Un texto que termina resultando algo machacón. “El sino de las mujeres, el sino de las mujeres… La mujer en su casa con las puertas cerrás, las ventanas cerrás, y hasta las piernas cerrás” dice Ana Oliva en el papel de Antonia la Gamba, mujer de Torre, “La mujer en su casa con las puertas cerrás, las ventanas cerrás, y hasta las piernas cerrás” repite María Duarte, la chacha, “La mujer en su casa con las puertas cerrás, las ventanas cerrás, y hasta las piernas cerrás”, vuelve a repetir Antonio Peña y “La mujer en su casa con las puertas cerrás, las ventanas cerrás, y hasta las piernas cerrás” remacha Antonio Malena. Demasiadas puertas, ventanas y piernas cerrás.

Tres voces ponen el cante del genio jerezano, Antonio Malena, Antonio Peña el Tolo y, como artista invitado, José de la Tomasa, sobrino-nieto del Torre. Los tres hacen un recorrido completo por su sabiduría cantaora: seguiriya a palo seco, tientos, alegrías, saeta, soleares, granaína-malagueña, taranto, soleares, bulerías, farruca y seguiriyas para rematar. Sin embargo, ninguno alcanza ese magnetismo que transmitía el Torre. Bien puede decirse que anoche Manuel cantó bien, pero no tuvo su noche. 

Imagen de Archivo

María del Mar Moreno, en el papel de La Gamba bailaora, fue lo más destacado del espectáculo. Hizo un baile apasionado, temperamental, expresivo, con buenos pies y buenas manos, y, como lo pedía su papel, rancio, antiguo.

Completaban el cuadro las guitarras de Santiago Moreno y Antonio Malena hijo, las palmas de Ale de Gitanería y Javier Peña y la corneta de Jesús Jiménez Padilla. Los textos eran de Paco Sánchez Múgica y la dirección teatral de Gaspar Campuzano.

Soníos negros se estrenó en el Teatro Villamarta el 7 de marzo de 2015 en el XIX Festival de Jerez. 

                                                                                                                         José Luis Navarro