jueves, 10 de marzo de 2016

¡Ole, maestro!



Anoche llenó José Galván el escenario de la Sala Chicarreros de recuerdos y de realidades. Quiso revivir los tiempos en los que él era solo bailaor y se acordó de uno de los tablaos de más solera de la Sevilla de ayer: El Guajiro, la sala de la calle Salado que unos decían que estaba en Triana y otros que en Los Remedios. El tablao que se llamaba Cortijo y que fue el primero que hubo en Sevilla y por el que pasaron nada más y nada menos que Manuela Vargas, Trini España, Matilde Coral, Merche Esmeralda, Enrique el Cojo, Rafael el Negro y Farruco. 


José levantó el telón como se hacía entonces: con unas sevillanas a ritmo de tamborileros. Era el ayer y el hoy fundidos en el cuerpo de una trianera con ojos orientales que daba toda una lección de cómo se mueve el mantón y la bata de cola: Malena Alba. 

Malena Alba por sevillanas. Foto Remedios Malvárez



Porque, allá por los setenta y por motivos familiares, José abandonó los escenarios y abrió academia. Por ella pasaron casi todos los que en Sevilla querían ser bailaores. En ella se formaron sus hijos, ese pedazo de bailaora que es Pastora y ese genio que es Israel. Y en ella se han formado o se están formando todos los que José sacó a escena en su “Guajiro”: Javiera de la Fuente, Yolanda Jiménez, Victoria Zafra, Rocío Romero, Gabriel Aragú, José Antonio Galván, Iván Orellana y Joao Pereira. 

Iván Orellana, Javiera de la Fuente, José Antonio Galván y Victoria Zafra. Foto: Jaime Martínez






Un ramillete de auténticas promesas, todos y todas con las hechuras y la elegancia del baile sevillano que les ha inculcado su maestro. Un conjunto representativo además de la universalidad de nuestro baile —en este escogido grupo había dos chilenos y un portugués—. Ellos se encargaron de demostrar cómo se baila por fandangos de Huelva, tangos de Triana, alegrías de Cádiz y remataron su faena arropando a José en las guajiras y los jaleos finales.


Fotos: Remedios Malvárez


José también se lució en solitario. Primero hizo una seguiriya rematada por martinete, después una bulería por soleá y para terminar, por aquello de que estaban en El Guajiro, se vistió de blanco y dio unos pasos por guajiras. Fueron tres bailes distintos. Como debe ser. Cada uno con su carácter y sus escobillas. Todos, eso sí, con esa elegancia que se identifica hoy con la ciudad de la Giralda.


Malena Alba y José Galván por guajiras. Foto: Remedios Malvárez

Atrás Galván no reparó en gastos. Se trajo dos tamborileros, Francis Gómez y Juan Antonio Moreno, dos guitarras, José Manuel Tudela y Juan Carlos Ayala, y tres cantaores, Pepe León el Ecijano, Juan Toro y Javier Allende. Todos cumplieron como se esperaba de ellos.
                                                                                                          José Luis Navarro