viernes, 5 de febrero de 2016

El cante en la XIX Bienal



En el cante, solo hay cinco recitales importantes —Esperanza Fernández en diálogo con el piano del jazzista latino Gonzalo Rubalcaba, David Palomar, Jesús Méndez , Marina Heredia y José Valencia—  y, eso sí, la clausura protagonizada por José Mercé. Con ellos, una presencia repetida: la de Rocío Márquez con la viola de gamba de Famhi Alquai.


Las voces clásicas —Estrella Morente, Carmen Linares, Lole Montoya y José de la Tomasa—  se presentan en tropel arropando a Rafael Riqueni. Ni él necesitaba de tanto aparato, ni ese era el sitio que a estos cantaores correspondía.

Otras voces relativamente bien tratadas en la programación son las de Arcángel, Pitingo, Duquende, Lole Montoya, Antonio Reyes, Pedro el Granaíno, Rancapino hijo y Parrita.

Luego, en horarios y espacios de menor relevancia (Teatro Alameda y Claustro de Santa Clara) estarán Laura Vital, Cristian Guerrero, José Enrique Morente, Melchora Ortega, Samuel Serrano, José María Cáceres, Dolores Agujetas,  Juana la Tobala, Perico el Pañero, Ezequiel Benítez, María Terremoto, Manuel Cuevas, El Parrón, Rafael de Utrera, Manuel Moneo, Los Sorderas, Rafita de Madrid, El Cuchara y otra oleada de utreranos.

Y para cerrar algunas noches, tres encuentros tradicionales en el Hotel Triana con una legión de artistas sevillanos, malagueños y jerezanos y algún que otro nombre conocido entre ellos —Lole Montoya, Virginia Gámez, Capullo de Jerez o Juana la del Pipa, por citar algunos—.

                                                                                                                   José Luis Navarro