miércoles, 4 de febrero de 2015

Alegrías Flamenco Cabaret abrió sus puertas al Arte Jondo

Generalmente, cuando se reseña una actuación de baile, se habla primero de los bailaores y al final se remata con un “Le acompañaron al cante …. y a la guitarra ...”. Hoy invertiremos los términos, hablaremos primero del cante y del toque, para terminar con un “Ilustraron el cante y el toque...”. Y esto no por demérito de Julia Acosta y Ángel Fariña, sino por reconocimiento del mérito de Paz de Manuel y Alberto López.

Alberto abrió el concierto con unas bulerías rutilantes. Ritmo, vida e imaginación. Un preludio fastuoso a la música que le iría sacando a las seis cuerdas: taranto, soleá, alegrías y sevillanas. Le habíamos oído alguna que otra vez, pero nunca con ese derroche de técnica y creatividad. 
 



Paz de Manuel puso el cante a la altura de la guitarra. Fundió pasión y conocimiento y se dejó el alma sobre las tablas.


 

Ángel Fariña bailó un taranto y Julia Acosta unas alegrías. Los dos apuntan muy buenas maneras. Están empezando y prometen. 


 


Los cuatro llenaron de arte una nueva sala que viene a enriquecer el circuito alternativo del flamenco sevillano. Se llama Alegrías. Flamenco Cabaret y está entre Triana y Los Remedios (Salado, 11). Es un local amplio, cómodo y coquetón. Está recién estrenado —todavía la madera huele a madera— y decorado con imaginación y buen gusto. Vean unas imágenes:








                                                                                                         José Luis Navarro