Desde luego no podía entrar con mejor pie el flamenco en la
Sala Chicarreros. Argentina puso sobre las tablas todo lo que tiene:
conocimiento, pasión, sinceridad, verdad y un torrente de voz que ella sabe
encauzar con absoluta maestría. Y lo hizo con la mayor generosidad — 1 hora y
39 minutos de cante y de música—.
Foto: Remedios Malvárez |
Fue un concierto que dejó bien claro el significado de dos
palabras: "memorable" y "sinergia", el título de su próximo
disco. "Memorable", porque,
como define ese término el Diccionario de la R.A.E. ("digno de
memoria"), fue un recital de los que merecen ser recordados.
"sinergia" ("acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma
de los efectos individuales", según la R.A.E.), porque el
entendimiento, la complicidad y arte que pusieron ella y Bolita, juntos,
superaba con creces el buen hacer de cada uno de ellos. Ella derrochó arte y poderío
y él hizo literalmente lo que quiso con las seis cuerdas de la guitarra. Y por
si algo pudiese faltar Los Melli y El Torombo hicieron diabluras con el compás.
Foto: Remedios Malvárez |
Empezaron con la mariana y un recorrido por tangos por toda
Andalucía, sin olvidarse de Extremadura. Siguió la serrana, una milonga, la
caña rematada con un recuerdo entrañable al Gallina. Dejó bien claro cómo se
actualizan los cantes y las letras clásicas: poniéndoles el corazón y haciéndolas
por derecho. Así es cómo ella hizo "Se me apareció la muerte" de
Chacón, "La que vive en la Carrera", el fandango de Lucena y la
jabera. Luego recordó su paso de chica por el baile y salió a cambiarse de
vestido. Mientras, Bolita estuvo sembrao por bulerías. Volvió Argentina y nos
estremeció por martinete y seguiriyas. Después vinieron las cantiñas y más
recuerdos-homenajes: a la Paquera con letra de Carlos Cano, "María la
Portuguesa". Y para terminar, como no podía ser de otra forma, los
fandangos de su tierra. Gracias, Argentina. No se oye cantar así de bien todos
los días.
José Luis Navarro