domingo, 17 de agosto de 2014

APUNTES AD LIBITUM (y 5)

La Unión Omega.

Cerramos con este último apunte nuestra visita a La Unión. Hemos pasado buenos ratos, hemos echado de menos a amigos que nos han dejado y hemos oído más de una barbaridad.

Por encima de todo sobresale el recuerdo de Félix Grande. Un intelectual que durante muchos años hizo cuanto estuvo en sus manos para darle prestigio al Festival. Puso todo cuanto era  y sabía a su servicio: escribió sobre él, formó parte de su jurado, dio charlas, estuvo en mesas redondas… Cuanto le pidieron. ¿Cómo es posible que hoy, apenas transcurridos unos meses de su muerte, nadie del entorno institucional le recuerde, nadie honre su memoria? Creo que llevaba toda la razón del mundo un amigo que me decía que aquí las personas son bienes de consumo, vamos…, “de usar y tirar”. A lo mejor, si Félix, en vez de un hombre letras, hubiese sido un hombre de fogones —los que ahora se han puesto de moda allí— otro trato le hubiesen dado.

Y con respecto a las barbaridades, ¿pueden creerse que alguien dijera en una intervención institucional que la gastronomía estaba “indisolublemente” ligada al flamenco. ¡Qué barbaridad! Lo que durante siglos ha estado ligado al flamenco ha sido el hambre, no la gastronomía. Con esto, se pueden dar idea de la cultura flamenca de los políticos que nos está tocando  sufrir.

Y para terminar, nuestra enhorabuena a los ganadores de este Festival: David Lagos (Lámpara), Juan Antonio Fernández Montoya “Barullo” (Desplante), José Tomás Jiménez Villalta (Bordón) y Antonio Moreno Sáenz (Filón).