viernes, 6 de junio de 2014

¡Qué bien viven los turistas!

Yo no nací en Sevilla. Quizás por eso la veo muchas veces con ojos de turista y, quizás por eso también, siga teniendo Sevilla para mí ese encanto que el turista es capaz de disfrutar más que nadie. Desde luego, a mí me encanta ser turista en Sevilla. Por eso, me gusta hacer las mismas cosas que hacen los turistas. Y, por supuesto, las hago. Y es que, ¡qué bien viven los turistas!
 
Tablao Los Gallos
Viene todo esto a cuento de los tablaos flamencos. Para muchos son sitios para turistas. Yo no los frecuento mucho, pero, como me gusta hacer las cosas que hacen los turistas, sí voy a alguno de vez en cuando. Y me lo paso muy bien. Y veo buen baile y escucho buen toque y buen cante. Obviamente, no todos los artistas son primeras figuras. Eso tampoco hace falta decirlo. Pero, en un momento u otro, casi todos los tablaos las han tenido en sus cuadros.
 
Juan Murube a la entrada del tablao
El otro día me di una vuelta por Los Gallos. No era la primera vez. Recuerdo los toques que allí he tenido la fortuna de escuchar a Rafael Rodríguez, toda una orquesta sinfónica de cuerdas para el baile. En esta ocasión, el que llevaba la voz cantante de la sonanta era Juan Carlos Berlanga y no lo hacía nada mal. En el cante, ese papel lo desempeñaba Juan Murube, una de las voces más limpias y uno de los cantaores con más conocimientos de cante de este momento. En el baile, nos volvió a cautivar Mª Ángeles Gabaldón. Siempre lo hace. Bailó alegrías y dio una lección magistral de cómo se mueve una bata de cola y cómo se maneja un mantón. ¡Ole!
Completaban el cuadro otras tres bailaoras: Begoña Arce, Soraya Clavijo y Rosario Toledo. Cada una le puso su aquel a un espectáculo que no regateó casi nada a los "turistas": 1 hora y 45 minutos de "show" y 11 artistas sobre las tablas.
José Luis Navarro