Fiona Malena, una canadiense que está llevando el baile
flamenco a los más apartados escenarios —recientemente ha estado en los
Emiratos árabes—, llenó anoche La Caja Negra. Es guapa —su rostro rebosa
simpatía—, tiene buena figura y baila muy bien. Lo hace como hoy se estila el
baile de mujer, es decir, a base de múltiples redobles, y también sabe mover
los brazos y crear imágenes cautivadoras. Quizás zapatee con excesiva fuerza,
pero estamos seguros de que con el tiempo conseguirá dominar ese ardor juvenil
con el que golpea las tablas.
Fiona por petenera |
Bailó por alegrías derrochando gracia, sal y ángel. Después
se atrevió con la petenera, un baile que se prodiga muy poco, tal vez porque dicen las lenguas supersticiosas que tiene mal
fario. Ella le imprimió sus maneras y demostró, elevando la temperatura del
entusiasmo del público, que eso no es más que una soberana majadería.
Le acompañó al cante Javier Allende, que hizo también unas
muy sentidas malagueñas, al toque estuvo Óscar Guzmán, que abrió la noche con una minera y a las
palmas Antonio Amaya "El Petete", que se dio también su pataíta por
bulerías por soleá.
José
Luis Navarro