¡Qué bien baila Yinka! Es londinense, pero como si hubiese
venido al mundo en la mismísima Triana. Es más, baila como se hacía antes de
que el zapateado inmisericorde medio ahogase la figura de la bailaora. Yinka sabe
moverse por las tablas, domina el cuerpo y construye con él actitudes añejas,
esculturas de otros tiempos. Y no es que no tenga pies, que los tiene y muy
limpios y precisos por cierto. Es que sabe cuándo los tiene que usar, sabe
cuándo el baile los pide. Véanla:
Anoche hizo seguiriya y soleá por bulería y le dio a cada
palo su carácter: jondura a la seguiriya y vivacidad, garbo y donaire a la
soléa por bulería. Desde luego, estamos seguros de que esta anglo-africana
llegará lejos en el mundo del baile flamenco. Y pronto.
Atrás le acompañaron Pili Carmona al cante, Liam Howarth a
la sonanta y Jazmín Centeno a las palmas
Jose Luis Navarro
