Ya se sabe que hoy en día para vender un espectáculo hay que
ponerle título primero. En los últimos tiempos hemos visto todo tipo de ellos,
unos más sorprendentes que otros; unos más ajustados al contenido del concierto
que otros, pero ninguno tan "multiusos" como el que Pastora Galván ha
elegido para actuar en la Sala Turina de Sevilla: "Pastora baila en
Sevilla". Con él, desde luego, puede recorrer el mundo: "Pastora
baila en Copacabana", "Pastora baila en Tokio", "Pastora
baila en San Francisco" o "Pastora baila en Fuentealbilla". ¡Ole
por la imaginación!
Dicho esto y bromas aparte, Pastora dio un recital
espléndido. Últimamente, la habíamos visto algo desafinada, pero anoche
recuperó al 100 % la afinación rítmica. Nos embobó a todos, porque es una
bailaora única. No se parece a nadie. Su baile es personal, distinto, diferente
a todas las demás. Tiene una forma suya de andar por el escenario, de jalearse,
de adornarse, de mover el culo, de hacer un desplante. Hay frescura, desgarro y mucho de
descaro arrabalero. Y hay también una buena dosis de imaginación para
adornarse, para rematar cada faena. Hay también en su baile, en sus adornos,
detalles que nos recuerdan cosas de su hermano Israel. Pero nadie con más
derecho que ella para incorporarlos a su baile.
Anoche se presentó vestida de rojo, acompañada de Cristian
Rodríguez al cante, con la guitarra de Ramón Amador y las palmas de Bobote. Los
cuatro se fueron colocando en el escenario y juntos permanecieron hasta el
final del recital, sin esas absurdas salidas y entradas que están ahora tan de
moda y que, en realidad, no son otra cosa que falta de respeto y consideración
por los compañeros.
El programa era bien extenso ―martinete, pregones,
seguiriyas, mariana, malagueñas, fandangos, soleá, soleá por bulerías, minera,
tangos y bulerías―, pero con su arte consiguieron que nos quedásemos con ganas
de más. Cristian se lució por martinete y por malagueñas rematadas por
fandangos abandolaos, Amador hizo una preciosa minera y Pastora pasó de una
estilo a otro con total desenfado y naturalidad. ¡Enhorabuena, Pastora, por
este regreso "a Sevilla".
José Luis Navarro
Foto: Jaime Martínez
Cortesía de Cajasol
Lugar: Sala Turina, Sevilla.
Fecha: 28 de noviembre de 2013.