Entiéndase el título de esta reseña como una valoración
entusiasta del mérito de los acompañantes ―las cuadrillas en términos taurinos―
de los dos espadas que salieron al escenario del Teatro Central y, desde luego,
no como demérito de Patino o María Mezcle.
Alexis Lefevre estuvo soberbio. Dialogó con la guitarra y
protagonizó inspiradísimos momentos con un violín al que le sacó todo tipo de
sonidos, bien con el arco o tocándolo como si de una guitarrilla se tratase.
Algo similar hizo Diego Villegas, que también dialogó con el
cante, dando un recital de viento a base de armónica, clarinete y flauta traversa.
Javier Patino y María Mezcle además lo tenían complicado,
con un teatro más vacío que lleno. Debe ser difícil venirse arriba cuando se
echa de menos el calor del público ―competir con Argentina en el Lope de Vega y
un Barcelona-Madrid en televisión es demasiado para dos jóvenes artistas―.
Puede decirse que en esas circunstancias cumplieron los dos, aunque tal vez
fuese excesivo el número de piezas que interpretaron.
Por otra parte, creemos
que ofrecer oportunidades a nuestros jóvenes debe ser uno de los fines de este
tipo de ciclos. Y, por supuesto, tanto el jerezano como la sanluqueña lo
merecían.
José Luis Navarro
Lugar: Teatro Central (Sevilla).
Fecha: 26 de febrero de 2013.