miércoles, 12 de septiembre de 2012

Un buen recital de danza


Despojada del envoltorio literario —"La otra piel es una compleja y paradógica alquimia entre el cuerpo y lo incorpóreo" leemos en el programa—, más o menos filosófico, grandilocuente, irrelevante e innecesario, La otra piel es un buen espectáculo de baile.

Para esta obra que se estrenaba anoche, Úrsula ha sabido rodearse de un grupo de artistas que garantizaban el éxito de la aventura. La música la ponían las guitarras de Javier Patino y Tino van Ders Man, el violín de Alejandro Garrido y la percusión de Raúl Domínguez con el cante de Jesús Méndez (artista invitado), Londro y Jeromo Segura. El baile fue cosa suya y de Rosa Belmonte, Tamara López, Christian Lozano y Mariano Bernal. Contó también con el trabajo coreográfico de Benvindo Fonseca, Andrés Marín y Joaquín Grilo.

Foto: A Acedo. Cortesía de la Bienal
Entre todos nos ofrecieron un recital de danza variado, entretenido y de un más que aceptable nivel artístico. Hubo baile flamenco, danza española y algún que otro apunte de contemporáneo. Y hubo números que nos cautivaron especialmente: las alegrías que bailó Rosa Belmonte sin duda lo mejor de la noche y el extraordinario diálogo que sostuvieron Christian Lozano y Tino van Ders Man interpretando Asturias de Isaac Albéniz. Momentos así dan lustre a nuestra Bienal.