Supongo que a estas alturas a nadie le puede caber duda de
que el flamenco es ante todo música. Y música —música flamenca—
es lo que hicieron Segundo Falcón y Paco Jarana en Entre el labio y el beso. La orquesta Bética de Sevilla, dirigida
por Michael Thomas y con orquestación y arreglos de Jesús Cayuela, le puso un
exquisito marco sinfónico al concierto.*
Entre el labio y el
beso es el fruto de un proceso creativo de meses. Un proceso intenso y
concienzudo. Falcón y Jarana recomponen en flamenco la música de Agustín Lara.
Sus canciones, algunas tan conocidas como "Solamente una vez", "Noche
de ronda", "Cuando llegues a Madrid, chulapa mía", suenan nuevas,
aunque nos recuerden a las originales. Son una auténtica recreación**. En ellas
se entrecruzan ecos hispanoamericanos con una base musical flamenca. El bolero
se hace flamenco hasta convertirse en vidalita-milonga, cantiñas, bulerías,
javeras, fandangos de Granada, malagueña, petenera, caña, policaña y tangos. Falcón
y Jarana nos llenaron de recuerdos musicales y nos emocionaron.
Foto: A. Acedo. Cortesía de la Bienal |
En este trabajo dan un paso más en el camino que
emprendieron con En el Bar Iberia,
estrenado en la Bienal de 2008, y siguen la senda que abrió Camaron en Soy gitano (1989) cuando se hizo acompañar por la Royal Philharmonic Orchestra, que siguió Enrique Morente con
Alegro, Soleá y Fantasía de Cante Jondo
(1995) y que después anduvieron Naranjito de Triana, Manolo Franco y Jesús Bola
en Concierto Flamenco de Cámara
(2008). Ese es el viaje que ahora emprenden Falcón y Jarana.
Participó también en esta venturosa empresa Eva Yerbabuena
con las coreografías que bailaron Úrsula López y Moisés Navarro.
* Acompañaron la percusión de Antonio Coronel y los coros y
palmas de Los Mellis.
** Falcón y Jarana también le pusieron música a textos de
Horacio García.