sábado, 26 de febrero de 2011

Un romance por entregas. Divorcio a la vista


Idilio roto.
Ese es el título con el que La Correspondencia  de España da la noticia de que las desavenencias conyugales entre Pastora y Gallito parecen haber dado al traste con su apresurado matrimonio, en tan solo unos meses.
A partir de ahí toda una novela de amores y desamores, en la que hay versiones encontradas que se posicionan a favor de un lado u otro, como las que hoy inundan las páginas de las revistas del corazón o se desarrollan de cara a las cámaras en los programas de televisión dedicados a ese género. Esto es lo que publicó la prensa.
IDILIO ROTO
Pastora Imperio y «Gallito»
La famosa ex bailarina, hoy señora de Gómez, presenta demanda de divorcio.—¿Por malos tratos?—Pastora depositada en casa de sus padres.—Pensión para alimentos.—«Gallito», resignado.—¿Se arreglará el asunto?—¿Volverá la Imperio a su antigua profesión.
SEVILLA. (Viernes, noche.) Murmurábase aquí, desde el verano último, que entre el matador de toros Rafael Gómez (Gallito) y su esposa la ex bailarina Pastora Imperio no reinaba buena armonía.
Varias veces se habló, como cosa segura, del propósito de separarse.
Los admiradores incondicionales de Gallito afirmaban que los rumores eran inexactos y obra exclusiva de los enemigos del matador.
No obstante, esos rumores pasaron al dominio público y las gentes admitían como un hecho indudable que en el hogar del matrimonio estaba muy lejos de reinar la paz.
Hablábase de celos injustificados y mal reprimidos; de extensos anónimos enviados a Gallito por personas de intenciones perversas.
Lo cierto parece ser que la hermosa artista, que en otro tiempo encantó al público con sus gracias picarescas y no ha podido ser igualada por ninguna de las que imitarla pretendieron, observaba una vida de retraimiento absoluto; permanecía oculta a las miradas del público, casi recluida, como la favorita que huye de causar enojos a su dueño musulmán.
De nada sirvió esta conducta.
La reprobable semilla anónima continuaba trabajando, tal vez con interesados fines, llegando los anónimos a producir a Gallito un estado de gran depresión de ánimo.
Recuérdense los hechos ocurridos al finalizar la temporada última, cuando el torero se entregó a la realización de hechos extraños, dando lugar a la despedida de individuos de su cuadrilla a quienes profesó siempre gran afecto.
Soñaba con fantásticas conjuras, y así no le resultaban ante los toros las faenas que siempre ejecutó con supremo arte.
El capote no obedecía a quien lo manejó con sin igual soltura y habilidad. El estoque, puesto en sus manos, quedaba convertido en arma inofensiva.
Fue, en suma, origen del conflicto que ocasionó con su tardanza en acudir a la corrida de la feria última, por incidente cómico que se suscitó entre él y el barbero que acudió a afeitarle aquel día.
Las diferencias entre el matrimonio aumentaron recientemente, y Pastora Imperio fue a refugiarse en el domicilio de sus padres.
Esta nube fue pasajera, y hace varios días Pastora adoptó la determinación de volver, con carácter definitivo, a la casa de sus padres.
Habitan éstos en el piso primero de la calle de la Correduría.
Fue llamado después de eso un abogado, D. Andrés Ponce de León, y Pastora firmó un documento solicitando el divorcio.
El asunto fue repartido, correspondiendo por turno al Juzgado del Salvador.
Hoy se han presentado el juez, D. Luis Gutiérrez de la Higuera, y el escribano, D. Manuel Moreno, en el domicilio de los padres de Pastora, quedando ésta depositada allí, como trámite previo para la demanda de divorcio, que va fundamentada en malos tratos.
De esta manera termina el idilio amoroso que tanta resonancia tuvo, que tanto trabajo proporcionó a fotógrafos y periodistas, motivando también un capítulo de novela explicativa de la forma en que nacieron los amores.
El asunto es objeto de sabrosos comentarios en todas partes.
Asegúrase que el abogado de Pastora Imperio se proponía pedir para su patrocinada una pensión mensual de tres mil pesetas.
Ante la probabilidad de que, a consecuencia de este litigio, volviera Pastora Imperio a reanudar la labor artística que tanta fama le diera, se asegura que un empresario le ha hecho saber que está dispuesto a pagarle cincuenta duros diarios.
Contra la afirmación que hace Pastora Imperio de que los malos tratos de que la hiciera objeto Gallito motivan su propósito de separación, personas allegadas a aquel lo niegan.
Y al negarlo se fundan en lo siguiente:
El Gallo se encontraba desde hace más de un mes de cacería en el pueblo de El Pedroso, reponiendo sus fuerzas, pues se encontraba delicado de salud.
Adoptada por Pastora Imperio la decisión de marcharse al domicilio de sus padres, lo hizo sin comunicarlo a su esposo.
Enterada la madre de Gallito de que Pastora se proponía presentar la demanda de divorcio, telegrafió a su hijo diciéndole que viniera para un asunto urgente.
No tuvo noticia de la causa del llamamiento hasta que llegó a su domicilio.
Le sorprendió extraordinariamente. No pudo ocultar la contrariedad que aquella decisión le producía, denotando al propio tiempo que profesaba gran cariño a su mujer.
Demostró, sin embargo, gran entereza, y se limitó á añadir:
—¡Ya se ha ido! ¿Qué hemos de hacerle? Después de esto sólo me resta irme al campo, cuidarme y recobrar las facultades para luego procurar quedar bien ante los toros.
Gallito permanece en la casa de su propiedad, que tiene comunicación con la vivienda de su madre. Esta le acompaña, procurando darle alientos.
A Gallito han visitado esta noche el abogado y el procurador que ha nombrado para que le representen.
Cuando voceaban los periódicos los vendedores, la familia de Gallito ha preguntado a éste si quería leerlos.
Gallito ha contestado:
—No quiero saber nada.
Se confirmó que el abogado de Pastora pedía para ésta, en concepto de alimentos, tres mil pesetas mensuales.
El juez ha reducido la pensión a 300.
Opinión general es que como ambos se profesaban cariño, descartada la influencia ejercida por personas que han estado cerca de ellos, el asunto podría tener próximo arreglo, volviendo Pastora y Gallito a unirse, merced a las gestiones de otras personas de buena voluntad.
La Correspondencia de España, 23 de diciembre de 1911.
La Época, resume la misma noticia con un evidente deje de censura  y fastidio.
Divorcio de «Gallito» y Pastora Imperio
Los periódicos cuentan que la demanda de Pastora Imperio se fundamenta en los maltratos de su esposo.
Se dice que Gallito es extraordinariamente celoso, y esto ha dado lugar a graves disgustos en el matrimonio.
El abogado de Pastora Imperio, D. Andrés Ponce de León, pide en la demanda, para su patrocinada, una pensión mensual de 3.000 pesetas.
Más prudente el Juzgado, ha fijado la pensión en 300 pesetas.
Creen algunos que la cuestión se resolverá amistosamente, volviendo a unirse el matrimonio. Otros creen que la incompatibilidad es indiscutible, y que
Pastora volverá a los escenarios con sus zapateados y garrotines.
Lo cierto es que hay personas predestinadas a no dejar descansar las prensas, ni aun en los momentos más solemnes.
La Época, 23 de diciembre de 1911.
Los empresarios reaccionan rápidamente ante la posibilidad de volver a recuperar a una de sus más mimadas y rentables artistas. Así se deduce de las siguientes reseñas.
LA PASTORA Y EL GALLO
DEMANDA DE DIVORCIO
Sevilla 23.—La famosa y bella ex bailarina Pastora Imperio, esposa del popular matador de toros Rafael Gómez, ha presentado contra éste una demanda de divorcio.
El Juzgado ha admitido la demanda y ha acordado que Pastora quede constituida en depósito en casa de sus padres.
Como se ignora el motivo de la demanda, las versiones y comentarios que se hacen son bastantes y variados.
En todo Sevilla no se habla de otra cosa.
No bien se conoció la noticia, algunos empresarios de teatros se han acercado a la Imperio por si desea reanudar las tareas artísticas.
El Globo, 23 diciembre de 1911.
Y puestos a opinar, afortunadamente, Pastora era mucha Pastora para renunciar por completo a su arte, y vivir prácticamente encerrada y custodiada por su familia política, teniendo además que sufrir los enfermizos celos de su marido. Los empresarios, mientras tanto, van subiendo sus ofertas.
GALLITO Y LA IMPERIO
Desde que se hizo público el divorcio del torero Gallito y la ex bailarina Pastora Imperio, no se habla en Sevilla de otra cosa.
Unos afirman que el Gallo, además de llevar su celo de marido al extremo de obligar a Pastora a que no saliese de su casa, la maltrataba furiosamente, y otros, en cambio, sostienen que Rafael Gómez era cariñoso y solícito para la Imperio, y que su propósito de separación se basa sólo en que siente la nostalgia del escenario.
El caso, en concreto, es que nadie sabe a qué atenerse. Gallito se ha encerrado en su casa, donde le acompaña su madre, y a cuantos han intentado hablarle del asunto ha contestado:
—No quiero saber nada; no me importa ya nada de «ella». Después de lo ocurrido, me iré al campo, a cuidarme y recobrar las facultades perdidas, para, cuando llegue el momento, quedar bien con los toros.
Pastora Imperio continúa en casa de sus padres, donde recibe numerosos telegramas y visitas, que van a invitarla a que vuelva al teatro.
Un empresario de Sevilla la propone contratarla durante un mes, con un sueldo diario de cincuenta duros.
Pastora, según parece, no ha resuelto nada todavía.
Su abogado ha pedido para ella una pensión por alimentos de tres mil pesetas mensuales, y el juez la ha reducido a trescientas.
Gallito ha nombrado abogado a D. Manuel Clavijo, presidente de la Comisión provincial.
El Liberal, 24  de diciembre de 1911.

«ESPANTÁ» MATRIMONIAL
El "Gallo" y la Pastora
La famosa artista Pastora Imperio, que el año anterior contrajo matrimonio con Gallito, ha presentado en el juzgado de San Salvador una demanda de divorcio, fundándola en malos tratos.
Hoy se presentó el Juzgado en el domicilio del padre de la Imperio y dispuso el depósito provisional de la esposa de Gallito hasta que se tramite la demanda.
La noticia ha cundido rápidamente por toda Sevilla, causando la natural impresión.
Algunos empresarios han visitado a la Imperio, haciéndola proposiciones para contratarla en el caso de que la artista piense reanudar su antigua profesión.
Otras noticias.
Se dice que no los malos tratos, sino los celos infundados del Gallo, que padece una obsesión, han sido causa de que se separara el matrimonio.
El País, 24 de diciembre de 1911.
En el Mundo Gráfico encontramos una fotografía de Pastora, que tiene como telón de fondo una escena de la boda. En el pie de foto, un resumen de los hechos.


El planteado divorcio de Pastora Imperio, la famosa y bellísima artista, y del «Gallito», el célebre torero sevillano, ha constituido estos días el principal tema de conversación en los círculos teatrales y taurómacos. Basada la demanda en graves disgustos del matrimonio, originados por los celos del marido, solicita el abogado de Pastora Imperio, para su patrocinada, una pensión mensual de 3000 pesetas. Creen algunos que el asunto se resolverá amistosamente, volviendo a reunirse los esposos. Otros opinan que la incompatibilidad es cierta, y que la gentilísima artista volverá a enloquecer a los públicos con sus zapateados, «garrotines» y «farrucas», cuya nostalgia quizá sentía ya la hermosa bailarina en el mismo instante de su boda, apenas esfumado en el tiempo.
Mundo gráfico, 27 de diciembre de 1911.
 (continuará)