viernes, 1 de octubre de 2010

La Malagueñita, creadora y primera ejecutante de farrucas

Eco artístico, 5 de mayo de 1911.
Es cierto que la primera mención que conocemos de una farruca bailada tiene a Encarnación Hurtado la Malagueñita por protagonista, pero cuando vemos que no solo se atribuye la “creación” y “primera ejecución” de la farruca y el garrotín, dos bailes recién nacidos entonces, sino que lo hace también del tango y de la mariana, entendemos que estas atribuciones no son más que un reclamo publicitario al estilo de los que abundaban en su día. Porque, como iremos viendo, hubo otras “creadoras” de la farruca.

Lo que sí parece que le corresponde es la maternidad de la farruca como baile de mujer y, por supuesto, como a todas ellas, la creación de una farruca personal. Por otro lado, el hecho de que, empezando por ella misma, este estilo se haya bailado siempre con pantalón parece confirmar que fue un bailaor —Faíco— el que puso la primera piedra de este monumento.

La aludida mención que avala la primera conclusión es una gacetilla del Salón Concert Actualidades, aparecida el 3 de junio de 1906 en El Liberal de Madrid, y que dice así:

[…] esta semana debutará la notable Malagueñita, que se exhibirá en sus bailes gitanos La Farruca y El Garrotín.

Y, tres años después, es cuando vemos a esta singular bailaora anunciada en el Teatro Nacional de La Habana (Eco artístico, 25 de octubre de 1909) como “creadora del garrotín y la farruca”.

Mundo Ilustrado, 22 de agosto de 1909.
Desde luego, de lo que no cabe la menor duda es de que La Malagueñita era una mujer creativa que no necesitaba encomendarse a nadie para llevar a las tablas sus propias invenciones coreográficas. Unos meses antes de la gacetilla de El Liberal, anteriormente citada, se anunciaba en La Época de Madrid (3 de enero de 1906) como “bailaora de tarantas”. Un estilo que con la denominación de “taranto” pasarían 34 años y 9 días para que lo bailase, en el Carnegie Hall de Nueva York, Carmen Amaya, a quien se atribuye hoy su maternidad. Y en 1909, como veremos en breve, se anunciaban sus malagueñas y granainas.

La Malagueñita es hoy casi una completa desconocida en el mundo del baile flamenco. Una injusticia más de las muchas que la historia ha cometido con una artista. En su época, sin embargo, llegó a ser una de las bailaoras más importantes, como años después nos diría Ramón Montoya en la entrevista que concedió en la Argentina en 1937, publicada el 11 de mayo de ese año en el periódico La Nación, de Buenos Aires. En ella, ante la pregunta: “¿Y de las "bailaoras", cuales recuerda como las mejores?”, responde:

Mariquilla la Flamenca, en lo clásico, de la talla de la Macarrona, y Encarnación Hurtado la Malagueñita.

(continuará)