Soníos Negros, representado anoche en el Teatro Central dentro del ciclo "Flamenco viene del sur", es el homenaje que unos jerezanos le rinden
a Manuel Torre, una figura mítica del cante de la ciudad de las bodegas —“una
aproximación flamenco-dramática a la vida y obra del inmortal cantaor Manuel
Torre” lo definen—. Es pues teatro y flamenco. Una asignatura que pocos
flamencos aprueban. Ellos ponen su arte, pero desconocen las normas que rigen
el hecho teatral. Las transiciones son lentas. Al espectáculo le falta agilidad
y ritmo escénico y le sobran minutos. Da la impresión de que no saben cómo
rematar la faena —¡Con lo bien que habrían cerrado con una estremecedora seguiriya
torrera!—.
La obra se estructura sobre un guión basado en Paisaje
andaluz con figuras de Antonio Gala. Un texto que termina resultando algo machacón.
“El sino de las mujeres, el sino de las mujeres… La mujer en su casa con las
puertas cerrás, las ventanas cerrás, y hasta las piernas cerrás” dice Ana Oliva
en el papel de Antonia la Gamba, mujer de Torre, “La mujer en su casa con las
puertas cerrás, las ventanas cerrás, y hasta las piernas cerrás” repite María
Duarte, la chacha, “La mujer en su casa con las puertas cerrás, las ventanas
cerrás, y hasta las piernas cerrás”, vuelve a repetir Antonio Peña y “La mujer
en su casa con las puertas cerrás, las ventanas cerrás, y hasta las piernas
cerrás” remacha Antonio Malena. Demasiadas puertas, ventanas y piernas cerrás.
Tres voces ponen el cante del genio jerezano, Antonio
Malena, Antonio Peña el Tolo y, como artista invitado, José de la Tomasa,
sobrino-nieto del Torre. Los tres hacen un recorrido completo por su sabiduría
cantaora: seguiriya a palo seco, tientos, alegrías, saeta, soleares, granaína-malagueña,
taranto, soleares, bulerías, farruca y seguiriyas para rematar. Sin embargo,
ninguno alcanza ese magnetismo que transmitía el Torre. Bien puede decirse que anoche
Manuel cantó bien, pero no tuvo su noche.
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Imagen de Archivo |
María del Mar Moreno, en
el papel de La Gamba bailaora, fue lo más destacado del espectáculo. Hizo un
baile apasionado, temperamental, expresivo, con buenos pies y buenas manos, y,
como lo pedía su papel, rancio, antiguo.
Completaban el cuadro las
guitarras de Santiago Moreno y
Antonio Malena hijo, las palmas de Ale de Gitanería y Javier Peña y la corneta
de Jesús Jiménez Padilla. Los textos eran de Paco Sánchez Múgica y la dirección
teatral de Gaspar Campuzano.
Soníos negros se estrenó
en el Teatro Villamarta el 7 de marzo de 2015 en el XIX Festival de Jerez.
José Luis Navarro