jueves, 29 de octubre de 2015

100 x 100 Grilo en Cajasol



Esta vez Grilo llegó a Cajasol sin historias ni otras zarandajas. Un pequeño homenaje a la guitarra de Paco de Lucía y a bailar. Bailó a su manera, con ese sello inconfundible que tiene su baile. Un baile descarado. Antiguo y moderno, si se pueden unir ambos conceptos. Antiguo en el dominio del compás y en el increíble virtuosismo de los pies. Más de hora y media haciendo música a base de punta, planta y tacón. Moderno en el manejo del cuerpo y en la expresividad de las manos. Y además jerezano en ese aire entre juguetón y displicente que pone aquí y allá cuando se mete por fiesta. Llamaron la atención ese apunte de cojera, ese juego con la chaqueta como si de un mantón de Manila se tratase y esa original salida de las tablas al finalizar su recital. Antes, “María de la O” de Paco, tientos-tangos, alegrías, tarantas, soleá y bulerías. Dio todo cuanto llevaba dentro y se divirtió bailando. No se le puede pedir más a un bailaor.

Foto: Remedios Malvarez
 
Foto: Remedios Malvarez

Foto: Remedios Malvarez

Con él Carmen Grilo al cante. Quiso hacer también su homenaje a Manuel de Molina y se metió en terrenos muy resbaladizos. Entonó “Todo es de color” e inevitablemente nos acordamos de Lole. Y lo mismo cuando se atrevió con “La Gabriela”. Creo que todos hemos oído versiones mucho mejores. Yo de ella me lo pensaría muy mucho antes de meterme en esos berenjenales. 

Juan Requena a la guitarra y Ané Carrasco a la percusión, en cambio, estuvieron realmente brillantes en sus respectivos solos.