El cuadro lo
prometía todo. David Pérez, Gloria García de Castro, Edu Hidalgo y
Alberto López. Y todos nos regalaron ese flamenco con el que todo
aficionado sueña.
Alberto abrió la
función con una granaína. Una auténtica pieza de concierto. ¡Qué
pocos guitarristas como él se ven hoy en los tablaos!
Edu hizo la
malagueña de Baldomero Pacheco con tal apasionamiento que la puso a
la altura trágica de una seguiriya del sentimiento y nos metió
escalofríos en el cuerpo. Luego remató con una rondeña y un
fandango de Pérez de Guzmán.
Gloria bailó por
guajiras. Hizo un baile medido, elegante, rico en recursos, a veces
chulapón y con el punto de picardía que pide este estilo. Aquí la
tenéis:
David estuvo, como
siempre, en maestro y dio toda una lección de cómo se baila por
tarantos.
Otro concierto
memorable en orillas de Triana.
José Luis Navarro