El lunes coparon las tablas de La Caja Negra dos polacas:
Aniela la Galleta y Eliza la Morá. Aniela, con una insólita indumentaria (un
vestidito blanco de batista y unos recatados pololos), disfrutó y nos hizo
disfrutar con una guajira a su aire. Eliza la Morá (antes Miscior) volvió a
cautivarnos por alegrías. Estuvo sobrada de imaginación y arte. Da gusto ver
los progresos que hacen mes a mes estas jóvenes bailaoras. Atrás estuvieron
Rocío la Boterita, espléndida por soléa, y la guitarra de Vajan.
Eliza la Morá |
El martes le tocó el turno a dos jóvenes valores de la
tierra: Javiera la Moreno y Niño Carmela. ¡Qué bien bailaron los dos! Primero
hicieron una farruca al alimón.
Luego, ella hizo una soleá por bulería para
enmarcarla, rezumando flamencura, con movimientos y actitudes escultóricas y
además, que todo hay que decirlo, la chiquilla es muy guapa.
Él cerró el
recital con una seguiriya que remató por martinete y lució unos pies
sensacionales, con un zapateado largo, limpio y preciso.
Atrás estaban Francis Gómez a la guitarra y Cristina Tovar
al cante, que estuvo también sensacional, luciéndose por alegrías y vaciándose
por seguiriya.
Niño Carmela, Cristina Tovar y Francis Gómez |
Sería menester que las autoridades que todos sufrimos se
ocupasen al menos algo de estos jóvenes que son sin duda el mañana de nuestro
arte.
José Luis Navarro