Unas veces se ríe y otras se llora. Y otras se ríe por no
llorar. Así es la vida y así la cuenta el flamenco. Y así es "Dinero.
Secuencias flamencas por su causa". Una reflexión dirigida al corazón y a
la cabeza que hace pensar, reír y sufrir. Una tragicomedia. Una denuncia que
termina poniéndole nombres y apellidos a muchos de los ratas de hoy que roban
como respiran.
José Luis Ortiz Nuevo, el padre de la criatura, a la usanza
de los cómicos de la legua, nos cuenta e interpreta historias que tienen que
ver con el dichoso dinero. Historias vividas por flamencos. Juan Valderrama. Pericón de Cádiz. Carrete de
Málaga. Pepe de la Matrona. Tía Anica la Periñaca. Y de cómico a estudioso de
los papeles, nos recita gacetillas de siglos pasados. Noticias que hablan de
paro y de pobreza y de hambres. Sucedió en 1882..., El Liberal 27 de marzo de
1907... Sucesos que pasaron entonces y que, para vergüenza de todos, siguen
ocurriendo hoy.
José Luis hace un alarde de histrionismo que adorna incluso con
unos pasitos por bulerías. Un derroche de inteligencia para entretener y hacernos
meditar sobre el mundo en que vivimos.
Con él suben a un escenario lleno de papeles, sillas tiradas
por los suelos, cajones vacíos, basura y despojos, Inés Bacán y Paco Taranto. Les
acompaña Pedro Barragán, una guitarra joven. Los tres le ponen voz y música a
letras que hablan de lo mismo: más pobreza, más penas y más sufrimiento. Con
una cierran los cuatro la noche:
A mí me
preguntó el juez
que de qué
me mantenía
y yo le
dije: robando,
como se
mantiene usía,
pero yo no
robo tanto.
Culminan así un espectáculo, dirigido por Belén Candil, bien
medido y estructurado, con un perfecto equilibrio de relatos y cantes. Fue además el primer
lleno hasta la bandera de esta Muestra. ¡Enhorabuena, tocayo!
José Luis Navarro