Me gusta cómo baila Conchi Murcia, porque hoy que se rinde
un tributo a todas luces excesivo a un virtuosismo estéril que raya a veces en
lo puramente circense, su forma de bailar sosiega y predispone al goce
artístico.
Tiene Conchi dos cualidades para el baile que se asocian
respectivamente con Cádiz y Sevilla: la gracia y la elegancia. En Cádiz se
respira esa gracia. En Sevilla se transmite elegancia de generación en
generación, por eso se habla de Escuela Sevillana. Y Conchi no es ni gaditana
ni hispalense ―nació en Murcia, como casualmente dice su apellido―, pero ella
las tiene. Son algo natural en ella. Anoche lo demostró con creces. Bailó por
alegrías y derrochó garbo y finura en cada movimiento y en cada gesto.
Cada baile exige lo suyo y las alegrías no se pueden bailar
con rostro solemne, hay que hacerlo como lo hace ella: con ojos chispeantes de
gracia y picardía. Y, por supuesto, conociendo y respetando el baile y todos los
momentos de su coreografía tradicional. Un conocimiento que ella también
demostró anoche. No creo que me arriesgue nada si le auguro un porvenir cercano
y brillante en el panorama del baile flamenco.
Eve Rosenbloom |
Completaron el programa el baile de Eve Rosenbloom, una
israelita que apuntó muy buenos detalles en su baile por soleá, y Cristina
Tovar, que se lució tanto en el acompañamiento al baile como en el solo por tangos
que hizo.
Cristina Tovar |
Gori Mazo |
A las tres las acompañó a la guitarra Gori Mazo con un toque tan
eficaz como sensible. Hizo una granaína en solitario en la que puso imaginación,
sutileza y exquisitez y tuvo momentos realmente chispeantes en las bulerías del fin de fiesta..
José Luis Navarro
Lugar: Sala Garufa (Sevilla)
Fecha: 12 de abril de 2013.