jueves, 11 de abril de 2013

Música sin calificativos


Anoche Dorantes dio un concierto soberbio. Era música. Sin más. Si me apuran, música contemporánea. Alguien se preguntaba: ¿pero esto es flamenco? Y qué si no. Era música. Él y su piano, solos en el centro del escenario dieron un concierto sentido y brillante con el que todos disfrutamos. Disfrutó David ―se le notaba, y además, él mismo lo dijo al final― y disfrutamos todos.


El otro día dije que David está haciendo a pasos de gigante con el piano lo mismo que Paco de Lucía ha hecho con la guitarra. Hoy me reafirmo. Es más. Creo que hace ya mucho tiempo que vuela por los territorios de la música pura. En una cosa, sin embargo, sí que estuvo en flamenco: la ausencia de partituras. Yo no sé cómo se puede llevar en la cabeza ―y en el corazón, en este caso― tal cantidad de notas. Mi amigo José Luis Ortiz Nuevo decía que tiene la memoria en las yemas de las manos. Y debe tener razón, porque ¡qué pocos músicos de los llamados "clásicos" serían capaces de tocar hora y media sin mirar un papel!

No sé si improvisó. Lo digo por la ausencia de programa. No me lo creo. Tocó, eso sí, lo que quiso: algún tema conocido y temas que a mí me sonaron nuevos. Al final, tuvo que regalarnos un tema más. Él no se creía que quisiésemos más. David es así de sencillo, sin el más mínimo asomo de afectación o petulancia. Un signo inequívoco de grandeza.

José Luis Navarro

Lugar: Sala Turina (Sevilla)
Fecha: 11 de abril de 2013.