domingo, 3 de enero de 2016

Bien empieza el año en Orillas de Triana



He visto bailar muchas veces a Malena Alba, pero no me canso de verla. Entre otras cosas, porque nunca baila exactamente igual. Cada baile es un momento de inspiración irrepetible. Nace distinto y único con cada movimiento, con cada giro de muñeca, con cada vuelo de su mantón. Anoche bailó por alegrías y fue un auténtico torbellino de espontaneidad y gracia. Miren cómo disfruta bailando:




Luego apareció David en plan maestro. Llevaba unos días sin bailar y ya no podía aguantar más. Se le notaban las ganas. Claro, y entre las ganas y la maestría hizo un martinete excepcional, un martinete de libro. ¡Qué facilidad para hacer que lo difícil parezca fácil!




Y para terminar unas sevillanas:



Mucho tuvieron que ver también en que todo saliese tan a pedir de boca el cante de Pili Carmona y la guitarra de Gori Mazo. Estuvieron sembraos los dos.



                                                                                                                      José Luis Navarro