jueves, 2 de julio de 2015

Luisa Palicio son palabras mayores

Luisa ha dicho “Aquí estoy” y se ha convertido en el referente de una escuela sevillana actualizada. Y es que Luisa lo tiene todo y todo en su justa medida. Hace el baile de hoy luciendo muy buenos pies. Pero sin perder la femineidad. Porque lo suyo es el baile de mujer. El baile de brazos y manos. Y de hombros. Un baile en el que todo cabe: rasgos de majeza, voluptuosidad en las caderas, genio, belleza en las figuras, elegancia en el porte. Un baile que cautiva desde que ella aparece en el escenario.

Foto de archivo

Luisa transmite con su baile lo que siente en cada momento. Seriedad por seguiriya, sensualidad por tangos, jondura por soleá. Por eso nos emociona. Ya se sabe que si no hay emoción, si no hay sentimientos, no hay flamenco y el baile de esta malagueña es flamenco puro.

Anoche dio un recital en el que lo puso todo sin abusar de nada. Cada cosa en su sitio y en su momento. Se adornó con el mantón y bailó con bata de cola. Pero siempre el protagonista fue su baile. Hubo enjundia y mucha generosidad.

Vino además muy bien acompañada. Dos buenas voces, Manuel Romero y Ana Gómez y una espléndida guitarra, Miguel Pérez. Manuel y Ana se lucieron por cantiñas y Miguel hizo una muy personal guajira.

                                                                                            José Luis Navarro