sábado, 21 de febrero de 2015

Una esperanzadora bocanada de aire fresco

A veces amanece un día repleto de acontecimientos interesantes y ayer fue uno de esos días. Por la mañana asistimos a la presentación de una tesis doctoral del Programa de Doctorado El Flamenco: acercamiento multidisciplinar a su estudio, en la Facultad de Ciencias de la Educación.
El trabajo presentado por, el ya doctor, Guillermo Salinas Ayllón y dirigido por el Doctor Francisco Javier Escobar Borrego es un amplio, interesante y novedoso estudio musicológico sobre la Nana flamenca, titulado: La nana flamenca como género literario-musical: Analogías y diferencias entre sus formas interpretativas.
De entre un amplio corpus de un centenar nanas, recopilado por el doctorando, selecciona y elabora sus propias partituras musicales, 42 en total , que analiza y estudia escrupulosamente realizando además un interesantísimo estudio comparativos entre ellas. También incluye al final una aplicación didáctica para el aula y dos CDs con las nanas en cuestión.
Es, sin duda una valiosa aportación a la investigación musicológica del flamenco, hecha con saber, dedicación y una especial sensibilidad hacia esa relación madre‒recién nacido en la que se imbrica la nana. ¡Enhorabuena Guillermo!
Por la noche en la Sala Garufa nos sorprendió otro inesperado encuentro. Un grupo desconocido por nosotros con el que pasamos un espléndido rato. Estaba compuesto por Silvia Martell y Carmen Torres al baile, Antonio Franco al cante y la sonanta de Silvio Honnorat.
Silvia Martell
 En su taranto, que disfrutamos a fondo, Silvia supo encarnar a la perfección la imagen de la mujer del minero en su sencillez de atuendo y movimientos que sin embargo deja entrever el drama cotidiano que le ha tocado vivir. Su baile abierto, de bonitas formas y estampas, sabe cerrarse con fuerza y poderío, con tirón y garra, para expresar ese dramatismo, que va ligado al carácter del taranto. Un baile personalísimo y lleno de autenticidad que finalizó por tangos a los sones de Extremadura, que, por cierto, le iban muy bien. Fácil de explicar, pero difícil de encontrar, para nada parecido a la infinidad de versiones repetitivas y sin alma, que a menudo circulan por ahí.
Carmen Torres
Carmen, la otra gaditana de la noche se trajo de su tierra toda la sal y la pimienta que pudo encontrar y que derramó generosamente por alegrías sobre el escenario del Garufa. Expresividad, viveza, gracia y descaro fueron sus atributos.
 
Antonio Franco y Silvio Honnorat
Hay que decir que ambas estuvieron estupendamente acompañadas y arropadas por la guitarra y el cante.
Gracias a todos ellos por ese buen ratito.
                                                                                                  Eulalia Pablo