Anoche abrió otra vez las puertas para este nuevo 2015 la
Sala Garufa y lo hizo con un magnífico recital. Lo protagonizaron Álvaro Ortiz
“El Sarabia” y Begoña Ramos, una chica que apunta buenos detalles.
No era la primera vez que veíamos a El Sarabia. La última
ocasión en que escribí de él, destaqué la soltura con que se movía por el
escenario, su compostura varonil, la limpieza y precisión de sus pies. Ahora ha
vuelto a confirmar todo cuanto entonces vi en él, pero, si cabe, mejorado.
Tiene más aplomo, más confianza, más seguridad en su baile. Nos alegra ver cómo
estos jóvenes ―Álvaro
tiene solo 23 años― van
pasando de promesas a realidades.
Atrás les acompañaron Kisko de Alcalá al cante y Gori Mazo
al toque, que se lució con una granaína llena de sutileza y exquisitez.
José Luis Navarro