Hace más de un año que le vimos bailar por primera vez —14 de junio de 2013— y nos llamó la atención. “José
María Viñas, un nombre a tener en cuenta” titulamos la reseña. Anoche volvimos
a disfrutar de su baile en la Sala Garufa. Le vimos, si cabe, más hecho aún,
dominando el espacio, adornando sus zapateados como se debe —un latiguillo con un pie e
inmediatamente con el otro—,
haciendo música con los palillos, derrochando fuerza y precisión con los pies,
bailando “bonito”, es decir, con riqueza de brazos y manos. Y, sobre todo, con
imaginación y arte.
Principió por seguiriya, luciéndose con los palillos. Siguió
por bulería por soleá y remató con unas alegrías llenas de vida y desparpajo. Un recital bien generoso para un público
entregado.
Le acompañaron Ana Real y Rosario Amador al cante y Daniel
Vélez al toque.
José Luis Navarro