jueves, 3 de julio de 2014

La caña del sentimiento y la caña de la alegría

Quizá la característica más relevante del flamenco y la que explica su universalidad es su fuerza expresiva y su enorme capacidad para expresar lo más diversos sentimientos.
 
En la reciente entrevista que le hicimos a Diaa Eddin nos hablaba de sentir el baile y expresaba el deseo de sentir libertad para poder imprimirle al baile el alma suya. Sentir el baile y expresar lo que uno siente. Dos caras de una misma moneda.
 
Anoche en la Sala Garufa Diaa Eddin dejó una muestra de ello pues en poco más de quince días nos ha ofrecido dos cañas con muy distinto carácter. La primera, nostálgica, angustiada; la segunda, enérgica, optimista.  Sin quitarle carácter, interpretó después un estupendo taranto, rematado por tangos, en los que también se palpaba un estado anímico mucho más festivo. Desde luego, algo ha ocurrido en el transcurso de unos días. Esperamos verle pronto unas exuberantes alegrías.
Estuvo muy bien arropado por la excelente guitarra de Roberto López, el cante de Paz de Manuel y las palmas de Eliza Miscior.
Eulalia Pablo