La recreación de un café cantante del siglo XIX es el común empeño en el que se ha embarcado
la mini compañía que se subió anoche al pequeño escenario de La Caja
Negra. No se trataba de una actuación
más, sino el embrión de un proyecto deliberado para un espectáculo en toda
regla. Desde luego es un grupo compacto, sin fisuras ni protagonismos. Anoche,
todos fueron estrellas.
Con el grupo entero sobre el escenario, sin entradas ni salidas, como parece que
sucedía entonces, abrió el espectáculo, la vigorosa guitarra de Gori Mazo en un
vibrante y variado toque por bulerías, realmente estupendo. Estuvo arropado por
las palmas y jaleos del elenco, compuesto por Rocío La Boterita, al cante y las
bailaoras Marta Balparda y Conchi Murcia.
Seguidamente, se
levantan dos monumentos en forma de bailaoras, dos fantásticas Giraldas, para homenajear
a Cádiz en unas fabulosas alegrías que nos dejaron con la boca abierta y la
garganta seca de emoción. Se turnan para lucir garbo y derramar gracia y salero a espuertas o se unen en unos
espléndidos zapateados en los que establecen
un delicioso diálogo de pies entre ambas. Los remates, también a dúo. ¡Imposible
elegir, las dos inmensas!
Tras el inevitable
descanso, para digerir emociones, comenzó la segunda parte con el cante por
malagueñas de La Boterita. En esta ocasión, se acordó de Chacón y la Peñaranda.
Esta joven cantaora, cada día está más hecha y sigue creciendo gracias a su
esfuerzo por ampliar repertorio y conocimientos. Procura, además contribuir en
todo lo posible al mejor desarrollo del resultado final del grupo. Se esfuerza
por reforzar e inspirar el baile al
máximo con sus actitudes, jaleos, letras
preferidas de los bailaores y tiene una gran capacidad de conducir el escenario
llenando huecos, sobre todo en las pataítas finales.
Conchi Murcia estrenó repertorio con unos tientos tangos de
su cosecha, que darán mucho que hablar. ¡Qué porte, qué cuerpazo y qué arte!
Marta se superó a sí misma en la soleá. El más difícil
todavía. ¡Qué dramatismo, qué zapateados y qué vueltas tiene esta niña! No sé
qué más se puede pedir.
El football puso la nota negativa restando afluencia al
evento. Es un gigante contra el que no se puede luchar, pero habrá más
ocasiones.
Eulalia Pablo