viernes, 24 de enero de 2014

Marta bailó como nos tiene acostumbrados

Hoy todo el mundo zapatea. Y con fuerza. Más de la necesaria. Pero una cosa es zapatear y otra muy distinta es componer música percutiendo con los pies. Es la diferencia que hay entre lo que hoy hace la mayoría de los jóvenes bailaores y lo que hizo Antonio cuando se inventó el martinete. Y lo que hizo anoche Marta Balparda. Bailó como acostumbra, es decir, de bien para arriba, y además derrochó imaginación para componer nuevas escobillas para el taranto, adornándolas con latiguillos. Y, por supuesto, supo expresar con el cuerpo y con el gesto toda la angustia de la mina.


Luego, en el bulería por soléa sembró las tablas con esos ritmos contagiosos del compás de la soleá y volvió a lucir brazos, pies y figura.


Con ella estaban La Boterita y Gori Mazo. Gori abrió la primera parte interpretando con maestría una composición de Esteban de Sanlúcar, "Perfil flamenco" (Zapateado). Una muestra más del dominio técnico y el buen gusto del que hace siempre gala. La Boterita abrió la segunda con unas cantiñas. Antes había hecho tarantos y cartagenera para Marta.  En todos sus cantes puso tensión y conocimiento. Y al final, los dos, que estuvieron sensacionales toda la noche, pusieron el broche al recital: él cantó y ella se dio una pataíta con toda la gracia del mundo.

José Luis Navarro