domingo, 7 de octubre de 2012

También bailaban la mariana


Volviendo a los viejos papeles de noticias, seguimos con más datos sobre la mariana: más nombres de bailaoras que la llevaban en su repertorio: La Malagueñita, Amparo Medina, Cándida Cortés, Flor de Sevilla, Las Borrull, así como Pilarcita López que entonces estaba dando sus primeros pasos en el mundo del baile. Esto es lo que la prensa dijo de sus marianas:
 
Encarnación Hurtado “La Malagueñita”

 
Amparo Medina
 
Jardines del Buen Retiro.—Anoche, a pesar de la lluvia, se vieron muy animados los Jardines del Buen Retiro, y el público aplaudió satisfecho a la mayor parte de los artistas que trabajaron en el escenario.

Amparo Medina escuchó muchos aplausos, bailando farrucas  y garrotines y marianas.

También fue ovacionado, y tuvo que repetir varios números el cantante genérico D. Jenaro, que, como de costumbre, hizo reír grandemente al público.

La Época, 28 de julio de 1911.

 
Cándida Cortés 

BUEN RETIRO

Cándida Cortés es una bailarina esbelta, graciosa, de una flexibilidad tal y de un rostro tan agraciado, que encanta y subyuga. El baile inglés, zapateado, marianas y garrotines los ejecuta de tal manera que el aplauso se impoe y nosotros se lo tributamos muy sincero.
 
             El País, 5 de septiembre de 1911.

 

La Flor de Sevilla
 

 

Teatro del Bosque [Villanueva y Geltrú]. Ha debutado con gran éxito la novel bailarina de flamenco Flor de Sevilla, que fue muy bien recibida por este público. Bailó con singular maestría, una farruca, un garrotín, unas marianas, que levantó una tempestad de aplausos, porque baila con arte, sin tener que recurrir a recursos groseros.

Eco Artístico, 15 de enero de 1912.

 
Pilar López
 

Con las representaciones del Don Juan alternarán en el cartel el garrotín de la Vargas (un precioso garrotín de última hora); los couplets de la bella Lola Rodríguez, todo sicalipsis; los bailes gitanos de la Inglesita; las canciones de Consuelito Martínez, que es una criatura con una voz aplaudida, y las marianas y tangos de Pilarcita López, un «bebé» que parece un diablillo.

Liberal, 27 de octubre de 1911