viernes, 28 de septiembre de 2012

El señorío de Latorre


Anoche pudo ser una actuación histórica. Seguro que nos queda mucho que disfrutar de las coreografías de Javier Latorre, pero verle bailar como lo hizo ayer no sé si tendré ocasión de volverlo a vivir. Porque Javier estuvo en maestro. Bailó "asentado" y "pastueño", como diría Vicente Escudero, e hizo gala de esa elegancia señorial que imprime Córdoba a sus artistas. ¡Enhorabuena, maestro!

El baile de Fuensanta la Moneta tuvo dos caras: antes y después de bailar con Latorre. Antes hizo farruca, malagueña y zapateado, pero no era La Moneta. Parecía indecisa, perdida en unos vericuetos dancísticos que no son los suyos. Después se despertó por soleá y seguiriyas y empezó a ser ella misma, a venirse arriba, a reconocerse y a expresarse como ella es: una bailaora temperamental. Echó toda la carne en el asador y, por fin, nos sedujo. Remató su faena por tientos azambraos, jaleos extremeños y soleá por bulerías. Todo teñido con las maneras propias de Granada.

Foto: A. Acedo. Cortesía de la Bienal
La acompañaron Luis Mariano a la guitarra, Miguel Lavi, Antonio el Nitro, Jaime Heredia el Parrón, Juan Ángel Tirado y Juan José Amador al cante, y Bobote y Miguel el Cheyenne a las palmas y la percusión.