En el último concierto de "Flamenco Viene del
Sur", Paco Fernández quiso transportarnos a un mundo mágico. Lo hizo con
un espectáculo bien concebido, con hallazgos ingeniosos, aunque le faltó la
mano profesional de un hombre de teatro para dar esos toques que redondearan la
puesta en escena. Y eso que Paco tiró la casa por la ventana con el elenco que
trajo al Central: los cantaores Rubio de Pruna y Quini de Jerez, el saxofonista
Rolando Ochoa, los percusionistas Paco Vega y José Fernández, los bailaores
Nazaret Reyes y Oscar de los Reyes, y un mago de verdad, Xuxo.
Hubo magia figurada y magia real. Los artistas salen de las
páginas de un cuento que lee un mago sentado a la sombra de un árbol gigantesco
y bajo una luna llena que lo ve y lo preside todo y, terminado el espectáculo, a él vuelven —la escenografía fue todo un hallazgo, tan sencillo como eficaz—. Xuxo hizo algunos números de ilusionismo que adornaron el concierto.
Paco hizo de todo: tocó, cantó, habló —un
poco más de la cuenta— y se paseó por escena. Inevitablemente nos recordó al ya
mítico Manuel. En su toque hubo recuerdos, nostalgias y homenajes. Presentó el embrión de un futuro trabajo,
dialogó con voces, saxo y baile, y cerró con unas alegrías en las que participaron
todos. Unas alegrías apoteósicas que llenaron de música, baile y magia el teatro
Central.
Oscar de los Reyes (martinetes y alegrías) tuvo compostura,
bailó con elegancia y se adornó con los dos pies, como debe ser —hoy
abundan los "cojos"—. Destacamos especialmente unos latiguillos
cruzados que repitió varias veces.
Nazaret Reyes (seguiriya y alegrías) nos llamó la atención
cuando la vimos por primera vez, hace ya varios años. Tanto que incluimos su nombre en nuestra Historia
del Baile cuando solo tenía 17 años. No nos equivocamos. Anoche la vimos ya hecha,
con equilibrio de pies, manos y actitudes; haciendo una baile racial, con
genio; viviendo y sintiendo cada paso; marcando y cerrando a la antigua usanza.
José Luis Navarro
Fecha: 29 de mayo de 2012
Lugar: Teatro Central. Sevilla.
