jueves, 3 de mayo de 2012

Eduardo Rebollar en la Sala Turina


Sin duda, el mayor atractivo del recital que anoche dirigió Eduardo Rebollar en la Sala Turina de Sevilla era la presencia, entre sus invitados, de Calixto Sánchez. No pudo ser. Un percance, más aparatoso que grave, lo impidió. Pero la sombra y los ecos del mairenero planearon toda la noche en el auditorio. Es que no puede un artista retirarse cuando está en plenitud de condiciones. Es comprensible que abandone esas salidas agotadoras a las peñas y los pueblos andaluces —viajar, cantar y regresar a casa con las claras del día—, pero de eso a retirarse media un abismo.

Dibujo de José Ojeda

Sin Calixto, el recital resultó bastante anodino. Lo abrió Eduardo Rebollar con una composición —básicamente una combinación de falsetas— en la que transitaba del toque por malagueñas al de soleá.  Siguió Laura Vital, que incurrió en esos piropos a Sevilla —"Sevilla que es la cuna de todo esto"— y al público "de Sevilla" —"que me causa tanto respeto"— que suenan a la clásica "ojana" de algunos flamencos y de los que debería prescindir un artista que se precie. Hizo tientos, cantiñas y una selección de tangos en los que destacó sobre el cante el acompañamiento que le hizo Rebollar. En realidad la cantaora de Sanlúcar puso el listón bastante bajo. Lo superó con creces, José de la Tomasa que fue lo más destacado de la noche por su seriedad y su bien hacer por soleá y por seguiriyas. Cerró el recital por alegrías Yolanda Lorenzo que se acopló al tono general del concierto.

Deseamos a Calixto una pronta recuperación y esperamos poder escucharle pronto.

José Luis Navarro


Fecha:  3 de mayo de 2012.
Lugar: Sala Turina. Sevilla